30 agosto 2011

ANTES DEL FUEGO. PARTE 3


 Quedan muy pocos días para la puesta a la venta de la tercera entrega de la saga Oscuros.

Para que la espera se haga más corta,
Montena
tiene una sorpresa para todos los fans de la saga,
 ¡tres textos inéditos!

Uno de ellos lo ofrece íntegro para que puedas leerlo ya:

Los otros dos textos se encuentran divididos en tres fragmentos cada uno que encontrarás repartidos por la blogosfera a partir de hoy.
Para poder leer los dos textos íntegros tendrás que buscarlos…y en mi blog Ciudad Fantasía, encontraras uno de ellos¡¡¡

¡descúbrelos y sé el primero en opinar sobre ellos!
         

Antes del Fuego. Parte 3

Su primer año le habían regalado los pendientes de clip más horteras del mundo,
que sin duda habían birlado de la caja de bisutería para disfraces de la Sra. Pisani: Flores
de color púrpura del tamaño de pelotas de golf, con un racimo de piedrecitas sin brillo
que colgaba de un hilo plateado. Ella pensó en empeñarlos; había una tienda de segunda
mano horterísima cerca de la casa de sus padres, pero cuando estaba a punto de hacerlo,
se dio cuenta de que era incapaz de desprenderse de aquello tan horroroso.
En su segundo curso, los Pisani le regalaron una bufanda malva enorme que había
tejido la propia abuela Pisani. Luce se la llegó a poner alguna vez, cuando llegó el frío,
hasta que Collin Marks le dijo en biología que la bufanda era del mismo color que el feto
de cerdo que estaban diseccionando... Y como Collin era amigo de Trevor, y a Trevor le
hizo gracia (aunque intentó disimular la risa), bastó sólo eso para condenar a la bufanda a
las profundidades más remotas de su armario.
- Redoble de tambores, por favor, - dijo Dominick con su ligero acento. Habían
llevado a Luce a la puerta del cuarto trasero. Ella se tamborileó nerviosa los muslos con
la palma de las manos.
- Bueno, ¿qué te parece? - Preguntó el Sr. Pisani antes de que hubieran terminado
de quitarle el antifaz.
Para la mayoría de la gente, lo que Luce contempló no habría sido más que un
montón de chatarra. Metal oxidado, pintura desconchada, un tubo de escape suelto tirado
en el suelo. Pero Luce descubrió la belleza del potencial de todo aquello.
Era una Honda Triumph negra de 1989, hecha polvo, pero ella había visto a Joe
resucitar cosas peores del desguace. Llevaba babeando todo el año por la última moto que
le vio arreglar.
- No-me-lo-cre-o - dijo ahogando un grito y cayendo de rodillas delante de la
vieja moto. -¡Nomelocreo, nomelocreo, nomelocreo!
- ¡Créetelo! - dijeron los Pisani a la vez, con aire de satisfacción.
- ¿Te gusta? - preguntó Dominick mostrando su blanca sonrisa detrás de aquella
cara llena de aceite de motor. - A ver, necesita algunos arreglillos.
- ¿Algunos arreglillos? - Bramó el Sr. Pisani.
- Pá, - dijo Dominick. - Te dije que la arreglaría este verano mientras ella
estuviera fuera.
- Dale una oportunidad, - masculló el Sr. Pisani a Luce.
Luce miró a Dominick, que bajó la cara un segundo tarde para que no se le notara
el sonrojo.
- No puedo aceptarla - dijo mientras pensaba en ese mismo instante que ojalá
hubiese olvidado esa maldita costumbre de ser tan educada y hubiese gritado “¡Sí!”
- Claro que puedes, - dijo el Sr. Pisani con suavidad. - La vas a aceptar. Y para
septiembre estará tan preciosa que no podrás resistirte.
Luce pasó la mano sobre el asiento desgastado de color negro. Con el tiempo y la
lluvia se había rajado un poco en el medio y la espuma de dentro se empezaba a salir.
Pero aquello le daba un aspecto vintage genial a la moto que Luce adoró desde el primer
momento.
- Es perfecta, - dijo mientras se montaba en ella. - No hay nada que me guste más.
- Una chica como tú necesita una buena máquina para dejar atrás a todos esos
chicos, ¿eh? - Gruñó el Sr. Pisani. - ¿Te quedas a cenar o qué? Desde aquí ya huele la
Bolognesa.
- No puedo, yo…
- Pá, es una jovencita muy guapa, - dijo Joe. -¿Para qué iba a querer quedarse esta
noche? - Se volvió hacia Luce, a quien de verdad le habría encantado poder quedarse.
Pero ya había aceptado demasiadas cosas de los Pisani. - Venga, - dijo Joe. - Te
acompaño afuera.
Luce se despidió de todos ellos con un abrazo y prometió llamar mientras Joe
salía con ella por la puerta principal. Ya había oscurecido y empezaba a refrescar. Luce
estaba a punto de guardarse las manos en los bolsillos para calentarlas cuando Joe deslizó
una llave a la palma de su mano.
- ¿Qué es esto? - preguntó.
Pero ella en realidad ya lo sabía. Su moto. Su Honda Shadow dorada de 1986.
- He escuchado algo sobre una fiesta esta noche. - Joe sonrió. - ¿No tienes que
conducir hasta el lago? Joe le despeinó el pelo y desapareció en la tienda antes de que ella
tuviera tiempo de decir nada.
Su móvil volvió a sonar. Seguramente más argumentos de Callie para ir a la
fiesta. Luce estaba sola en aquella tranquila noche de verano, mientras la llave se
calentaba en su puño. Y esa sensación otra vez. Un temblor extraño en su interior, y la
ansiedad que poco a poco se iba transformando en algo más.
Y entonces supo que sí que iba a ir a la fiesta. Supo que algo iba a ocurrir. Algo
grande e importante; algo inevitable. Algo difícil de entender. No sabía si aquello sería
bueno o malo.
Se dirigió hacia la moto, mientras las llaves tintineaban en su mano. Durante un
breve instante antes de encender el motor, pensó en buscar a Trevor en la fiesta e
invitarlo a dar una vuelta en moto.


© 2010 por Tinderbox Books, LLC y Lauren Kate.




Suerte en la búsqueda del resto de textos.

3 comentarios:

Babel dijo...

Qué divertido lo del juego literario XD
Es una iniciativa muy bonita.
A leer!
Besotes oscuros.

~Lectora Voraz~ dijo...

Sí que es una iniciativa genial, como dice Babel ^^

Besotes!

Anónimo dijo...

Es super divertido buscar los textos jajaj.

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...